20091029

Alto, cada vez más alto

En Posmópolis se permitían los anuncios panorámicos, astas banderas y rascacielos altos, cada vez más altos, monumentales, dispuestos y óptimos a los pies de Dios, siempre y cuando, en su tope, en la azotea, en el punto final, tuviera la palabra Real para que ésta lograra tocar el Cielo.

Posmópolis, Santísima Posmópolis.

20091028

El velo: límite entre lo finito y lo infinito

Después de algunos años logré establecer un límite: lo que hay entre finitud e infinitud. En el límite coloqué un velo: nuestra distancia pero también nuestra cercanía: lo que nombramos Amor. El velo es frágil: se mueve con el viento, manotea, serpentea. Todo está ahí, tus cosas: tus cigarros, tu diadema blanca, tus uñas rosas, el olor de tu cabello: otoño, sábado en la mañana. En el velo estás tú. Paloma: la vida en sí.

20091026

La unidad perdida en el origen

Al hacer el amor no hay categorías ni sentidos equívocos. La palabra es una: se recupera la unidad perdida en el origen.

Posmópolis, Santísima Posmópolis

20091023

Amor

La sentencia es escribir puntos suspensivos: no puedo decirte adiós.

La inmortalidad del deseo.

Mientras te espero en un lugar: el puente a lo certero: la intertidumbre en el amor. Hago la suma, recopilo nuestras cartas: las incendiarias, las que dejamos en papel, las que erigimos como estatuas de viento, de bronce... Quedan nuestras nociones, las sombras que arroja la memoria. Soy ahí donde te recuerdo: tu pelo al aire, tus cosas: tus cigarros, los colores de tus uñas, tu risa aún hace eco.

Posmópolis, Santísima Posmópolis.

20091021

Un disparo: el amor. Y de los árboles miles de aves vuelan desperdigadas

El lugar preferido por los posmopolitas para escribir es la cancha. También los balcones. Cuando no pueden escribir un párrafo legible dispran palabras y entonces crean un sentido: pasan lista por las palabras y, al menos, las intenciones quedan establecidas.

(...)

Posmópolis

El amor

Paloma








Un síntoma.



Un alivio.













Aguardemos

Posmópolis: El Musical

Durante la firma de autógrafos, Rakel Bi Gorra (la musa y mito originario de Posmópolis) no establecía contacto visual con los fans. Tampoco los escuchaba. Traía unos audífonos con los que oía la siguiente canción (...) Su deseo le indicaba que ya faltaban pocos minutos para terminar con la firma de autógrafos e ir a cebar mate o tomar fernet con coca.

20091020

¿Qué tienen en la mente los posmopolitas?

Cuando Eduardo Ramírez Pedrajo (ERP), general del Ejército Revolucionario y Poético (ERP), entró por tercera vez a la ciudad para conquistarla definitivamente (aunque en Posmópolis es un tabú hablar de momentos definitivos a excepción del cielo) traía en su cabeza el siguiente hit parade: (...) Conquistar Posmópolis siempre fue más difícil que peinar al diablo o que retratar su sonrisa justo después de contarle un mal chiste.

Reunión anual de antihéroes

(...)

Desde su ventana cierto sábado al año, el Máximo de Posmópolis se dejaba ver. Aplaudía. Era una convocatoria. Todos los posmopolitas deteníamos nuestro tránsito en la ciudad: algo importante estaba por suceder: la reunión anual de antihéroes (...)

En Posmópolis el problema no es la legibilidad del cuerpo, ni las largas hileras de textos que acomodan diariamente los antihéroes. En Posmópolis no hay avenidas, sólo túneles y estantes con hojas nunca engargoladas, nunca hechas libro: un cuerpo, la permanencia desperdigada.

En Posmópolis, la problemática reside en que, cada año cuando se juntan los antihéroes, no hay tiempo que perder, hay poco espacio. Solo la asfixia o el deseo de descomponer el mundo, de revolver las piezas, de dar nuevos saltos, de vivir bajo otro orden: dejar inconclusa la tarea, ir de exilio en exilio, de comunicarse entre islas, con señales de humo.

Ésta es la tragedia de los antihéroes: quedarse a media palabra y no dar noticias de su continuación. No hay fin, ni comas, sólo nociones de las pocas señales que nos dejaron. Posmópolis, Santísima Posmópolis.

20091019

Los calendarios

Los calendarios son la fuente de conocimiento más popular.

El calendario más rudimentario es el calendario de Rakel Bi Gorra,
en el cual se indican los homenajes diarios que habrá que ofrecerle.

El calendario más contemporáneo es el calendario de Rakel Bi Gorra,
en el cual, sin sospecha o azar de por medio, hay días que faltan.

Una forma de ejercer la vida es subrayando los calendarios.

Hay días donde se festejan a los antihéroes. Esos días vienen en paréntesis.

Las palabras de los calendarios están desnudas. Se debe, de alguna
forma, pelear con los números y su idea de orden.

Día para escribir un libro, es la frase escrita en cada día en un
calendario del Escritor sin Cabeza.

20091015

Pregunta

A esta altura del partido, ¿usted me encuentra extraño, provocador, desorientador, familiar, con sentido o sin sentido?

Yuri Ruiz: Periodista Salvaje

Intro:

En Posmópolis, los periodistas salvajes trabajan en la "Revista EGOS" editada por El Muchacho de los Ojos Tristes y el Mostro de Posmópolis. Son salvajes porque están armados de grabadoras, microfonos, metralletas y cuernos de chivos, además de la poderosa verdad que reproducen en sus notas.

(...)

"Cuando las luces se apagan, el grito incontrolable de la multitud inicia. Cuando nos respiramos en el humo que esconde al ídolo de la noche, la mujer lejana llega a mí como una botella en el mar. En su cuerpo maldito está una carta maldita. Cuando el vértigo está por satisfacer la tonta necesidad hacia la novedad, me retiro y en mi nota viven los momentos estáticos, desesperantes, aburridos, aquéllos donde en la apariencia nada sucede y nada importa".

De la libreta de apuntes de Yuri Ruiz, periodista salvaje.

20091012

El mítico año 2666

En el año 1999, el Escritor sin Cabeza se fue al norte de Posmópolis. Ahí, en el escaso límite del norte con el ártico de Posmópolis, al Escritor sin Cabeza se le cayó encima la Gran Muralla de Posmópolis. 667 años después resurgió de entre las rocas de la muralla. A su regreso y al ver lo que era Posmópolis, decidió poner fin a su obra y a su vida: fue en busca del amor: su eterno retorno.

Posmópolis, Santísima Posmópolis.

20091008

El vacío del Escritor sin Cabeza

(...)

Según el primer libro de la Biblioteca de Posmópolis, entre los años 1999 y 2666 hubo un vacío en la trayectoria del Escritor sin Cabeza, vacío en el cual no hay registros de su obra hasta ahora inconclusa.

Es de destacar la coincidencia que observan los historiadores de Posmópolis durante esos años del vacío del Escritor Sin Cabeza: como nunca antes la tasa de exhibicionismo público, actos de vandalismo, la incitación al amor en camas ajenas, serenatas con grupos punk y demostraciones amorosas (en la vía pública desde luego) como aventar los instrumentos musicales desde las ventanas, estuvieron en aumento. No eran tiempos para escribir. La gente, y en particular el Escritor sin Cabeza, se olvidaron por algunos años de la caligrafía: prefirieron los destrozos epidérmicos, las caricias con las yemas, la sutileza para desactivar las bombas atómicas. La acción. El hacer. El amor.

Posmópolis, Santísima Posmópolis.

20091006

La ciudad llana que llena el cuerpo

(...)

El cuerpo que llena la ropa. La ciudad llana que llena el cuerpo. Mi llanto en las calles. El cuerpo que llena la ciudad hasta saciarla dejándonos vacíos. No tenemos deseos ni pistolas en los bolsillos. La ciudad se encuentra llena, pero nada pasa en este cuerpo, solo un listado breve de nociones, intuiciones de dónde podrás encontrarte. Entonces, en cada esquina, en los cruces de todas las calles puse una Paloma, los índices que me orientan y dotan de sentido, todos tus nombres y cada una de sus caras, héroes, antihéroes: amantes de Posmópolis... . Posmópolis, Santísima Posmópolis.

20091001

Eros, Venus: Posmópolis, Santísima Posmópolis.

El Escritor sin Cabeza no se identificaba con los escritores, bibliotecarios, cuentistas, analistas, burócratas, universalistas ni particularistas. Buscaba los mostros de los circos, las prostitudas de los rincones, las promesas del escusado, narrativas de la carretera, la piel, el universo del lenguaje liberado en papel. Eros. Venus. Vientre. Un gemido que busca su orgasmo: Posmópolis, Santísima Posmópolis.