Pienso en la vida como una piel no uniforme a la que se le añaden nuevos olores, grietas, arrugas.
Vamos siendo una suma, un presente progresivo con un pretérito significativo, un presente sintomático y un futuro esperanzador o vacío.
He tenido una serie de perdidas. Una madre, un amor y un amigo. Personas que me atravesaron con su amor. Esa palabra torpe que, sólo ellos, han logrado hacerla lúcida, la más pura y brillante de todas.
Sí. En ocasiones el amor nos destrozó (otra vez). Esta canción siempre me acompañará porque me dice algo, me la aplico a mi forma de ser: amo torpemente, como destruyendo todo a mi paso. Mi más grande deseo es amar como ustedes me lo indicaron: plenamente, un amor que no me destroce y un amor con las mayúsculas en los nombres propios: María, Paloma y Damián.