En el año 1999, el Escritor sin Cabeza se fue al norte de Posmópolis. Ahí, en el escaso límite del norte con el ártico de Posmópolis, al Escritor sin Cabeza se le cayó encima la Gran Muralla de Posmópolis. 667 años después resurgió de entre las rocas de la muralla. A su regreso y al ver lo que era Posmópolis, decidió poner fin a su obra y a su vida: fue en busca del amor: su eterno retorno.
Posmópolis, Santísima Posmópolis.