En Posmópolis, la industria porno está conformada por 2 familias integradas por actrices, directores, guionistas y teóricos y académicos universitarios.
En Posmópolis, la cancha del Atlético Posmópolis se localiza en el pozo más hondo del Centro Hundido. La profundidad, entonces, atraganta el júbilo, el folclore. La única señal de vida posible es cuando, de vez en vez, una bandera del estadio se desprende del asta y vuelva por los aires.
En Posmópolis el único sindicato organizado y con una base sólida y leal es el Sindicato del Ocio y del Tiempo Libre.
En Posmópolis, al centro de la plaza del Centro Hundido, hay una gran pluma que contiene, en su interior, tinta seca, milenaria, único rastro y testigo viviente de los fundadores de la Posmo.
En Posmópolis, el Ministro del Sector Químico y la Embajadora de Posmópolis observan la ciudad desde uno de los pocos sitios con vista panorámica: el Panóptico.
En Posmópolis se disimulan las enfermedades físicas, pero éstas resultan evidentes en la escritura.
En el diccionario real de Posmópolis el único nombre propio es: Escritura.
En Posmópolis, la palabra que introdujo la contaminación fue Amor.
Nadie ha estado en Posmópolis. ¿Es que acaso eso existe?
Posmópolis, Santísima Posmópolis.