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El engendro de mazapán se escabulló por los ríos que rodeaban las ciudad.
Círculo uno: el dios se detuvo a mirar las estrellas,
entre caracoles vendió sus cartas astrales que detonaban el futuro impertinente.
Círculo dos: el sol se escabulló entre las rejas de un camión de redilas,
por la mirilla del rifle desprendió sus deseos más íntimos.
Círculo tres: un diablo vestido de azul,
el infierno en Posmópolis se abre por la noche para recibir a los santos: no hay paz, sólo el deseo perpetuo de dejarse caer.
y caer.
y caer
y Posmópolis, Santísima Posmópolis.