El Mostro y el Muchacho de los Ojos Tristes regresaron del Norte de Posmópolis después de algunas semanas de ausencia. Los vecinos los esperaban con las herramientas necesarias del ritual de regreso: nuevos libros en blanco.
El Mostro y el Muchacho de los Ojos Tristes asignaron la primera estrategia del nuevo ciclo vital de Posmópolis:
"Escribir la caligrafía de nuestro sentido".
Y así será, pero antes el Mostro y el Muchacho de los Ojos Tristes en compañía de los vecinos decidieron emborracharse y rayarse con tinta indeleble todo el cuerpo.
Posmópolis, Santísima Posmópolis.