20091222

Santísima

El inframundo (o paraíso pues casi todo es cuestión de percepciones) de Posmópolis es el interior de la escritura: su adentro. Sin embargo llegar ahí o estar ahí es un imposible. Al besarte, amarte, al hacerte el amor no puedo aprehenderte. Te me escapas por algún rincón que dejamos desprovisto. No somos lo absoluto fundido. Somos otra creación, un tercer cuerpo: cuerpo imaginario, incorpóreo, lleno, llano, repleto, infundado. Y entonces, "por las siglas de los siglos", nuestra rúbrica, aquélla: Posmópolis... Santísima Posmópolis.