20071226

Archivos de la Universidad de Posmópolis. Servicio de Limpieza.




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Nosotros nos dedicamos a limpiar los pizarrones, somos forjadores de la palabra y alquimistas de los muros.

En esta universidad sólo se hacen letanías por la noche, nostros las eliminamos de mañana. El vacío es todo lo necesario que se enseña en estas aulas.

Y Posmópolis, Santísima Posmópolis.

20071221

Archivos de la Universidad de Posmópolis. El mechoneo.


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toque, golpe, cachetada, toque, golpe, cachetada, toque, golpe, cachetada, toque, golpe, cachetada, toque, golpe, cachetada, toque, golpe, cachetada, toque, golpe cachetada, toque, golpe cachetada, toque, golpe cachetada, toque, golpe cachetada, toque, golpe cachetada, toque, golpe cachetada, toque golpe cachetada toque golpe cachetada toque golpe cachetada. toqué, golpeé, cacheteé.

nos encontramos en el suelo, sangrando, excitados hasta los talones. nos miramos, dejamos caer la saliva, chocamos nuestros pechos y las manos encontraron la rúbrica de nuestras espaldas. los dedos se perfilaban a una nalga, un seno o un codo, exhalábamos en nuestros oídos, la lengua, escurridiza, buscaba terminar besando un tímpano; expelimos sudor, ansias, babeo y jadeo, su mano en mi vientre, mi mano en su hombro, su mano en mi nalga, mi mano en su cuello, su labio en mi pecho, mi labio en su hombro, su mirada estrambótica al cielo, mi escape perinéico al infierno.

terminamos por ahorcarnos, cada quién quería al otro con la lengua de fuera, con sus ojos virolos, con el cuerpo estremeciéndose con el jadeo y la fricción de la pelvis.


y morimos en pequeño.





y posmópolis, santísima posmópolis.

Archivos de la Universidad de Posmópolis. La Hemeroteca.


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Aquí normalmente encontramos diarios de páginas en blanco. El periodismo de Posmópolis radica en callar con los dedos. Eso y de apostar por el galgo más fiestero.

Y Posmópolis, Santísima Posmópolis.

20071219

Archivos de la Universidad de Posmópolis. El laboratorio.



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Yo la encontré debajo de la cama, entre escombros; la traje corriendo y protegida entre mis brazos; llegamos directo al sótano, la puse sobre la mesa, recogí el escritorio, le di una manta, le puse luz, encendí la radio, apagué el monitor, regulé el aire acondicionado, abrí la nevera, tomé un plato viejo, encendí un cigarro, quemé el mantel, miré a la mesa, le puse salsa a mi emparedado, cambié de estación, encendí otra luz, saqué el libro, lo puse en el escritorio, contesté el teléfono, mandé un fax, busqué un bolígrafo en un cajón, apagué el celular, cerré la puerta, lavé el plato, abrí el libro, busqué un disco, miré la mesa, seleccioné un disco, puse el plato a secar, puse el disco, pisoteé un par de veces, fumé otro cigarro, busqué la página, preparé la libreta, reemplacé la pluma, guardé el plato, le puse candado a la puerta, regulé el sonido, saqué otro libro, abrí una botella, abrí el segundo libro, bebí, anoté, pensé, miré, bebí, leí, bebí, miré, pensé, pensé, pensé, miré, leí, miré, leí, miré, leí, miré, leí, bebí, miré, leí, miré, leí, miré, leí, miré, leí, anoté, miré, leí, miré, leí, bebí, pensé, pensé, pensé, miré, miré, miré, leí, leí, leí, leí, leí, leí, leí, leí, leí, leí, leí, leí, leí, leí, leí, miré, pensé, pensé, pensé, miré, miré, leí, leí, leí, miré, miré, miré, leí, miré, leí, miré, bebí, miré, leí, bebí, bebí, bebí, bebí, miré, leí, miré, miré, miré, miré, miré, miré, miré, miré, miré, miré, miré, miré, miré, la besé.



20071218

Archivos de la Universidad de Posmópolis. La Escuela Noctura.



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No encontrar los rostros de Bi-Gorra entre nuestros episodios nocturnos. Ese fue el problema. Cuando tomé la sábana y dejé caer el control remoto como un epicentro del sueño la lluvia cayó torrencial.

Entre las calles se veían vagabundos desnudos buscando besos en la acera. La luz se iba y no tenía teléfono a la mano. Esa noche era cálida, como la cueva, oscura, como la cueva, húmeda, como la cueva, misteriosa como el eterno retorno al orgasmo y la fuga estrecha.

“Este edificio tiene forma vertical, somos el falo y caeremos con el terremoto como disparados hacia el cielo, en oposición a nuestra escritura, nuestro infierno de bajar y bajar.”

La tierra crujió y las paredes se estremecieron. Las toqué con mi mano y se estremecieron. Las besé en la base y se estremecieron. Las lamí amoroso y se estremecieron. Una fractura apareció ante mis ojos, como si se abriera para mi entrada triunfal.

Entonces explotó.

Fuimos azotados en el concreto. Despacio. Se quebraron nuestros huesos y dientes, nuestras vísceras estallaron y salieron miles de mariposas lavadas por la lluvia. Mis ojos palpitaban cerca de la boca de la alcantarilla. Sentí un beso en la planta del pie. Era el vagabundo. Era el que vigila el asta bandera del centro de la ciudad.

Y su sonrisa se dibujó en el cielo, de ella, Bi-Gorra, carcajeándose porque esta noche había ganado.

Mañana, en cambio, la tendría a mis pies


20071217

Archivos de la Universidad de Posmópolis. Tesis de Maestría.






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y hacemos incendios cuando hay fiestas.

y hacemos incendios cuando la piel se muere de escorbuto.

y hacemos incendios para amar a los libros.

y hacemos incendios para caer sobre el palacio.

y hacemos incendios para derribar falos y piedras pómez.

y hacemos incendios para rayar los cielos con sangre.

y hacemos incendios para dar cátedras en nuestra universidad.

y hacemos incendios para callar las voces de la guerra.

y hacemos incendios cuando la tierra tiembla.

y hacemos incendios al ir subiendo por el morro a sacrificar las pieles usadas.

y hacemos incendios para corroborar nuestra alma de sal.

y hacemos incendios después de fumar el copal.

y hacemos incendios para la policía que no nos indica lo mal.

y hacemos incendios entre las cenizas de los templos donde fornicamos la noche.

y hacemos incendios después de decir te amo.

y hacemos incendios para borrar nuestras huellas cuando nos hace falta cumbia.

y hacemos incendios cuando cubrimos de botones los edificios de nuestro centro hundido.

y hacemos incendios pasa la borrachera, la cama y el hueco del condón.

y hacemos incendios para quemar las palabras.

y hacemos incendios para quemar nuestras lenguas.

y hacemos incendios para quemar nuestros ojos.

y hacemos incendios para volar en mil pedazos.

y posmópolis, santísima posmópolis.



20071205

La Campaña "Leer Es Nasty". Abril, 15:57 hrs




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claro que sí".

Esas fueron sus palabras. Su discurso de dos horas pasó sin gloria, como si además de soportar la cachondez de las modelos y la perversión de nosotros tuviéramos tiempo para pensar en esas tonterías.

Teníamos una lista consistente de 12 posibles slogans para la campaña la campaña, cada uno de los apóstoles nos invitaba a apostar, aunque no fuera por el rock and roll, pero aún no estábamos seguros.


"Leer es Nasty"

"Leer es Nasty"

"Leer es Nasty"

"Leer es Nasty"

"Leer es Nasty"

"Leer es Nasty"

"Leer es Nasty"

"Leer es Nasty"

"Leer es Nasty"

"Leer es Nasty"

"Leer es Nasty"

"Leer es Nasty"



Aún no estábamos seguros.